es atontar el círculo,
marearse,
volver a un lado y otro.
Y el hilo sería espiral sin nombre,
y sería espejo:
de un principio y de la ilusión de un final.
Porque ya no se hila nada,
ni se ata nada,
ni se tienen los ojos de niño.
no se tiene NADA.
y se tiene todo.
todo lo que sigue martillando;
mal-tratando.
Romper el hilo es un corazón roto,
es una madre perdida.
Y se tiene miedo porque el olvido es certero:
quizás algún día lo encuentren enroscado y lloroso
entre las sábanas, con ansías de vida,
con el temor de una mujer rota:
que ya sé que no se puede hacer más.
10 de mayo de 2011.
Avion/ Miami-PR
No hay comentarios:
Publicar un comentario